viernes, 10 de abril de 2020

Pandemia 2020- 6








Día 6

El dia anterior había tenido muchas revelaciones, pero sobre todo muchas mas dudas. Algo no estaba bien, eso estaba claro, sobre todo si uno se ponía a pensar en la cantidad de efectivos en la calle, algo que no se veía desde los tiempos de los milicos, hace mucho tiempo y varias generaciones atrás.
Estaban en la zona, eran del GAD y no de la bonaerense, como sería lógico de ver, y el del 911 no dudó, no preguntó mucho, de hecho no me pidió que repitiera mi dirección o le confirmara el teléfono.
Me llamaron a eso de las doce del mediodía, confirmando que el tipo en cuestión se había escapado de la cuarentena, que no era barrendero ni nada parecido, y que ya había robado en otras casas.
Efectivamente había muerto por la fractura de las vértebras tal y cual, o sea que se había quebrado el cuello, pero que no se requería de mi presencia en sede policial alguna, ni tampoco una declaración escrita. Un breve whatsapp con los hechos que había presenciado, y que me quedara respetando la cuarentena, que a todas luces parecía ponerse cada vez más estricta.
Había muchos casos que estaban apareciendo, importados la mayoria y otros por contacto con ellos, aunque había un alto porcentaje de casos en estudio , por decirlo de alguna manera, que bien podrían ser autóctonos. Y eran muchos.
Asimismo varios barrios en distintas localidades del Gran Buenos Aires habían sido cerrados a cal y canto, completamente custodiados por fuerzas de seguridad y a donde las cámaras de la televisión no estaban llegando. Es más, ni siquiera iban. Solo breves comentarios en los noticieros sobre tal o cuál lugar, dónde el Ejército había acudido en misión de ayuda humanitaria, repartiendo comida, o prestando asistencia médica que no fuera específica del virus que se estaba propagando.
La cosa se ponía fea y algo opresiva, los noticieros de todo el mundo hablaban de una franja de edad que iba de los 45 a los 80 años, dónde el poder mortal del virus había hecho estragos. Miles de muertes y muchos pacientes graves, críticos todos con asistencia respiratoria, y en algunos hasta nuevos síntomas que no se conocían hasta el momento.
En un portal que desapareció al cabo de seis horas, en España, mostraban imágenes que de seguro no podían ser ciertas, sobre cuerpos aparentemente pertenecientes a pacientes muy infectados, y que en teoría databan fallecidos al momento de las filmaciones, pero que se movían y reaccionaban con lentitud a órdenes que le daban los enfermeros o médicos, como si salieran de un estado de letargo y se reencontrarán con el mundo exterior.
Según narrador en off, esas personas habían sufrido la enfermedad casi sin darse cuenta, hasta que en cuestión de un día a lo mucho, se descomponían mal, llegando a transformaciones parciales de sus cuerpos, y morían clínicamente. Sin embargo afirmaba que seguían activos determinado tiempo hasta que el organismo colapsaba definitivamente y simplemente caían muertos.
Los vídeos eran muy perturbadores, y seguramente no les hubiera dado nada de bolilla si no hubiera pasado la noche que pasé.
ESE TIPO ESTABA MUERTO YA ANTES DE SUBIRSE AL TECHO POR SEGUNDA VEZ.
Era una pelotudez grande como el cagazo que me había pegado. De eso no había duda, pero en ese momento, solo con mi hija en casa,  con miedo, y sin poder comunicarle con Carmen, la cabeza se me disparaba a cualquier parte.
Pero aparte de eso, estaba el tema de los canas la madrugada anterior, raro desde el vamos.
Como había sido imposible pegar un ojo, estuve despierto hasta que fueron las 8.00,  donde me cambié para ir a buscar pan y alguna boludez a la bolivianita, la cual estaba algo triste porque su padre, el guardabosque, estaba con fiebre y no pudo ir a ayudarla.
Los pocos negocios que hubo abiertos ahora estaban cerrados, incluidos otros súper chinos que había en la zona, solo dos bancos abiertos parcialmente para pagar a jubilados y beneficiarios asistenciales, una de las tres ferreterías, y dos de los cuatro súper de cadena. Dos de la cinco panaderías, y la totalidad de las farmacias y casas de artículos de limpieza.
Caseros parecía militarizada, a juzgar la cantidad de personal de seguridad armado y pertrechado que se veía en las calles.
Vi varios camiones del ejército llevando gente toda enfundada en trajes aislantes, como el Eternauta Juan Salvo, todos llenos, que iban hacia el playón municipal.
Con la excusa de decir a buscar alcohol en gel, que se sabía que no había, caminé cinco cuadras hasta el paso nivel  de las vías del San Martín, desde donde se podía ver parte del playón del municipio, y dónde había una casa de artículos de limpieza y un despacho de pan.
Obviamente me pararon a la segunda cuadra, donde tuve que mostrar el documento y decir que iba a buscar. Me creyeron lo justo, pero pude seguir.
Recién ahí caí en la cuenta de lo que estaba pasando. Nunca había sucedido algo así, desde la época de los militares, pero ahora en un gobierno popular y elegido hacia meses nomas.  Casi dos meses antes que el bicho saliera de la sopa china. Era increíble.
Cuando llegué, vi que en el paso a nivel propiamente dicho, había policías bonaerenses pidiendo documentos al voleo en algunos casos, pero no en otros. De allí que sacara a relucir uno de los artes que mejor dominaba, en especial cada vez que tenía peloteras con mi mujer, casi siempre últimamente, y que consistía en hacerme el boludo.
Debido al distanciamiento social, y a la gente que compraba lavandina suelta, la fila era larga. Para que no se juntara con la del despacho de pan, la nuestra discurría hacia el paso  a nivel, muy cerca de los canas, que se habían corrido hasta la primera vía para filtrar gente.
Desde allí tuve una  buena visión de lo que ocurría en el playón.
Habían montado unas carpas enormes y muy bien armadas,  de apariencia muy robusta, junto a un complejo de instalaciones hechos de contenedores acondicionados como unidades funcionales.
Por un segundo me acordé de una vieja serie de los 70's, Cosmos 1999, dónde la mítica base Alfa se parecía mucho al complejo que se veía.
El camión de los eternautas estaba entrando entre los containers blancos dónde personal militar iba y venia con papeles y carpetas.
Una parte del camión quedó oculta por los contenedores, pero una parte de atrás  estaba visible.
Los eternautas bajaron ordenadamente y se dirigieron hacia las carpas gigantes.
Me hubiera gustado tener el celu encima y no cargando en casa, pero con la madrugada que había pasado no esperaba que todo me saliera como quería.
Uno de los policías consideró que estaba mirando mucho hacia determinado lugar, y vino directamente a pedirme documentos y preguntarme que iba a comprar, por qué no buscaba más cerca de mi casa, en eso demostró saber bien la ubicación de los negocios del rubro, y luego de considerar que no había transgredido aún nada, aguardó cerca mío que me atendieran, y luego me escoltó hasta la esquina en dirección a mi domicilio. Un amor de persona, el cana.
Cuando llegué a casa, y luego de la ceremonia de la desinfección, me hallé con Serena mirando la CNN, dónde se mostraba como en Argentina se construían unidades especiales y hospitales móviles, en previsión de un pico de contagios para dentro de pocas semanas.
-Mira Pa. Los arman en nada. Como hicieron los chinos.
Las imágenes mostraban a la grúas montando unidades prefabricadas sobre esqueletos de metal, casi como los esqueletos de los containers muy grandes, pero que tenían puertas,  ventanas, pisos, hasta toda la tubería dónde pasarían los cables, caños, y hasta los conductos de oxígeno.
La mayor parte eran unidades de terapia intensiva, y todas tenían las conexiones para la red eléctrica normal, y una secundaria a generadores externos que ya se habían comprado y estaban por ser distribuidos a esas unidades.
Según la emisora ya había en distintos estadios, cerca mío había un par, y diez unidades en la provincia de Bs As, y habría dos por provincia en pocas semanas.
Eso se condecía con los mensajes de amigos de la Sociedad de Fomento de Caseros, y de los CEDEN que comentaban que habían vaciado y limpiado a fondo el lugar para llenarlo de camas.
- Cuánta gente esperan que se enferme, papá…?
La pregunta me tomaba sin una respuesta rápida. Si tenia que responder por lo que había visto, se iba a asustar y no era la idea. O tal vez si.
-No sé, mi vida. No sé.
En ese momento el cable entero entraba en cadena, confirmando lo que se veía.
El presidente anunciaba un endurecimiento de la cuarentena, y la incorporación del Ejército para ayudar a las fuerzas del Orden.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Inspiraciones 5

    A veces una máquina de escribir es una buena historia en sí misma.  Y ésta lo es. Luego de Pandemia 2020, una historia obviamente nu...